Bienvenid@

Empiezo este blog con la ilusión que provoca haber tomado la decisión de ponerme a dieta.
Espero que culmine pudiendo decir que he cumplido mi objetivo.

Mi progreso... (en casa y en la consulta)

sábado, 22 de enero de 2011

De vuelta al redil

Bueno, pues parece que mi "doc" tenía razón y los kilos que se cogen rápido se pueden quitar igual de rápido.

En tan sólo diez días ya me he quitado ya el "lastre" de la resaca navideña.

Lo cierto es que ha sido una bajada increíble: 5'3 kilos en diez días. He perdido más rápido incluso que al inicio la dieta.

Lo mejor de todo esto es que ya estoy 300 gramos por dejajo del peso que tenía antes de las fiestas, así que de nuevo me encuentro en el buen camino, el camino que me llevará con éxito hacia la ansiada meta final.

lunes, 17 de enero de 2011

Resaca Navideña



He tenido el blog bastante abandonado. Desde que salí de cetosis he estado inmersa en disfrutar de la Navidad como nunca.

Bueno, el resultado ha sido que la resaca navideña me dejó cinco kilos de más, pero ha merecido la pena. También la mente necesita un descanso, y después de tantos meses de privaciones creo que me lo merecía.

De cualquier forma, he retomado la dieta en fase 2B, con lo cuál he vuelto a entrar en cetosis, y lo cierto es que voy de maravilla, de hecho ya he dejado atrás, en menos de una semana, tres de los cinco kilos que gané en las fiestas.

De esto he sacado una valiosa enseñanza para el futuro, ahora sé que si cuando esté en mantenimiento tengo un exceso (vacaciones, fiestas, períodos de mucho estrés, etc) puedo solucionarlo. La diferencia estriba en que antes ganaba esos cinco kilos en navidades y se quedaban ahí porque no hacía nada por quitarlos, con lo que después se unían a los cuatro que ganaba en verano, y algún otro que caía por el camino, y el resultado era que ganaba diez kilos en un año. Ahora sé que el secreto para mantenerse es quitar rápidamente esos kilos, espero no olvidarlo nunca.

Por lo demás, aquí sigo, con la dieta a rajatabla hasta el día 25 que tendré consulta con el médico y ya me dará las oportunas indicaciones sobre si seguir un poco más o pasar a una dieta más relajada. Dependerá del resultado de estas dos semanas de ataque sin tregua a los kilos navideños.

sábado, 23 de octubre de 2010

6 meses: - 43’8 kg.

Hoy hace 6 meses que empecé la dieta y llevo perdidos 43’8, y ya estoy a un paso de empezar con el proceso de re-educación alimenticia y el mantenimiento.. Seis meses que han cambiado mi vida. Aunque suene a tópico, hoy soy otra persona.

He cambiado muchos hábitos en mi vida: desde usar menos el coche y caminar más, hasta descubrir el placer de salir a pasear simplemente por pasear.

Ahora cuando camino por la calle y me miran, pienso que es porque mi imagen resulta agradable, no porque me critiquen o se rían de mí como pensaba antes. Cuando entro en una tienda de ropa lo hago con seguridad, sabiendo que puedo encontrar lo que quiero, antes entraba en las tiendas como pidiendo perdón por tener una talla grande. He vuelto a usar tacones, que me encantan y antes no podía usarlos porque me machacaban los pies y la espalda.

Hay detalles tontos que sólo quien ha pasado por la experiencia de la obesidad puede entender. A modo de ejemplo, cuando subo a un autobús me siento en cualquier lugar que esté libre, antes no era así, siempre procuraba buscar un asiento individual, o en todo caso uno de los que daban al pasillo para sentarme a medias, pues sabía que si me sentaba junto a alguien le ocupaba parte de su asiento y le molestaba. O cuando voy a un bar no tengo que mirar dónde me siento, antes siempre tenía que calcular mentalmente si cabría o no en la butaca de las terrazas. Pueden parecer detalles tontos, pero para quien los sufre no lo son en absoluto, y sé que quien lo ha pasado me entiende perfectamente.

Por eso, desde aquí quiero animar a todos lo que se sientan mal con su peso a que intenten poner fin a esa situación, porque se puede conseguir.

domingo, 3 de octubre de 2010

Ua imagen vale más que mil palabras

He pensado que como una imagen vale más que mil palabras, merece la pena poner aquí alguna foto.

Las primeras son del 23 de abril de 2010, el día que empecé la dieta. Las segundas son del 23 de septiembre de 2010, 5 meses después y 37'6 kilos menos:

      
               

         

jueves, 30 de septiembre de 2010

23 semanas: - 38 kilos

Ya han pasado 5 meses desde que empecé, y aunque parezca que me repito, no puedo más que decir que ¡cómo me ha cambiado la vida!

Aunque todavía no he asumido mi nuevo cuerpo, y lo noto cuando voy a comprar ropa. Ahora me estoy poniendo una talla 44, pero cuando voy a una tienda miro la 44 y la veo pequeña, así que cojo una prenda más grande y lógicamente me queda grande y tengo que volver a salir del probador a por una 44. Veo a una persona con la misma talla que yo y la veo delgada, sin embargo yo no me veo asi, supongo que es cuestión de tiempo.

Cuando digo que me quedan 10 kilos que perder me dicen que estoy loca, también supongo que es porque la gente que está acostumbrada a verme gorda ahora me ven delgadísima, pero es por la imagen que tienen de mí y no imaginan que pueda estar delgada, pero les voy a demostrar que sí que puedo.

Ahora me pasa que cuando veo por la calle a alguien con mucho sobrepeso, que está como estaba yo antes, me dan ganas de hablarles de la dieta pero por otra parte me da corte porque pienso que si me lo hubiesen hecho a mí me habría molestado. Pero no puedo evitar la sensación que tengo de desear que todo el mundo conozca esta dieta y que es posible adelgazar. Pienso que si hubiese conocido esta posibilidad antes mi vida hubiese sido más feliz.

viernes, 3 de septiembre de 2010

19 semanas: - 33'8 kg.

Con el verano he tenido el blog un poco abandonado, pero no así la dieta.

Ya han pasado 19 semanas desde que empecé, algo más de cuatro meses, y he perdido casi 34 kilos. Y según las tablas, mi IMC se sitúa ya en sobrepeso, es decir, quedó atrás la malsonante “obesidad”.

Y vaya si se nota. Se nota en muchos aspectos de mi vida que han mejorado: noto que respiro mejor, también duermo mucho mejor, me canso menos, me siento más segura de mí misma, me apetece arreglarme.

Ahora me interesa mucho más la moda que antes, y es que la ropa no está hecha para gordas, está claro. Cuando usas una talla 56, como usaba yo antes de iniciar la dieta, es difícil que nada te quede bien. Cuando estás así y sales a comprarte ropa, para empezar no eliges lo que te sienta bien, porque nada te sienta bien, sino que vas buscando algo que te entre, y te das por satisfecha si vuelves a casa con alguna bolsa. Ahora, cuando entro en una tienda, se abre ante mí un abanico de posibilidades al que no estoy acostumbrada, y es que todo me queda bien y de casi todo lo que me gusta hay de mi talla (ahora uso una 44-46) con lo cual tengo que echar el freno porque me llevaría las tiendas enteras a casa y el bolsillo no da para más.

Por otra parte, he descubierto que la ropa de tallas “normales” es más barata, y no entiendo el porqué. Al fin y al cabo sólo es un trozo más de tela, porque el diseño, patronaje y producción debe tener el mismo coste. Las tiendas “especializadas” en tallas grandes son mucho más caras, y la ropa es mucho más fea, y me parece una gran injusticia que, además de sentirte fea, tengas que verte peor por la ropa que te puedes pones.

Vivimos en una sociedad donde la obesidad es una auténtica epidemia, pero en vez de ver a las personas obesas como las personas enfermas que son, se les castiga, se les transmite el mensaje de que no tienen derecho a sentirse guapas, a verse mejor. ¿Por qué hay que lanzar a la marginalidad a las personas gordas?

Nadie está gordo porque quiera estarlo, yo he estado gorda muchos años y no quería, pero ninguna dieta me funcionó. Sí, tal vez la “culpa” era mía, pero yo soy la misma que era hace un año, la diferencia es que hace un año no había dado con la horma de mi zapato y nada me había funcionado.

lunes, 26 de julio de 2010

14 semanas: 27 kilos perdidos

Ya se han cumplido los tres meses de dieta y aquí sigo, al pie del cañón. Si antes de empezar la dieta me hubiesen dicho que iba a estar tres meses sin saltarme la dieta en ningún momento me hubiese echado a reír, sin embargo aquí estoy, como una auténtica campeona, completamente convencida y disciplinada… y con 27 kilos menos encima.

Creo que el secreto de cualquier dieta, como de casi todo en la vida, es la motivación. Y a mí la motivación actualmente me sobra. Bien es cierto que la motivación hay que alimentarla cada día, pero con esta dieta es fácil. Cada mañana cuando subo a la báscula y veo que el peso ha bajado, aunque sean 100 gramos, se recargan las pilas que alimentan a esa motivación.

Parece mentira cómo puede cambiar la vida en tres meses y con casi 30 kilos menos. Han cambiado ciertas costumbres, por ejemplo he descubierto el placer de caminar. Antes me agotaba con facilidad, ahora me siento bien caminando. Y el próximo paso será descubrir el placer del ejercicio, quiero empezar el mes próximo en el gimnasio para comenzar a endurecer un poco el cuerpo que se está quedando bastante fofo.

Y lo de salir a comprar ropa, ahora es otro mundo. He bajado cuatro tallas, aunque todavía no lo tengo asumido y cuando voy a alguna tienda siempre me voy a la ropa más grande para después tener que salir del probador a buscar tallas más pequeñas. Es otro placer nuevo que he descubierto aunque aún no me he acostumbrado porque la perspectiva es totalmente distinta. Tras muchos años de tenerme que vestir en tiendas de “tallas grandes” estaba habituada a salir a comprar y buscar algo que, simplemente, me entrase. Sin embargo, ahora puedo elegir porque todo me queda bien, y es complicado ya que no estoy acostumbrada a elegir sino a conformarme, y es difícil porque me llevaría las tiendas enteras.

Bueno, pues aquí sigo, camino de mi objetivo y esperando las segundas rebajas, las de agosto, para renovar el fondo de armario que está que da pena.